Instrumentos de aplicación, reparaciones e implantes son algunas de las aplicaciones del acero inoxidable en ortodoncia. Lo mismo ocurre con los alambres de acero inoxidable para moldear y ajustar la arcada dental.
Para el sector, el acero inoxidable garantiza un sello de higiene. Esto se debe a que el uso de acero inoxidable en diversos equipos de la industria de la ortodoncia ha servido de escudo contra la implacable invasión de microorganismos, principales causantes de contaminación y enfermedades.
Se ofrecen muchos tipos de acabados, como el liso y el lijado con baja rugosidad, que dificulta la proliferación de microbios y la formación de biopelículas y hace que el acero inoxidable sea higiénico, impermeable y aséptico.
Es una elección adecuada para aplicaciones clínicas que van desde el revestimiento de muebles, lavabos, cubos de basura, equipos e instrumentos hasta brazaletes de identificación. La facilidad de limpieza del acero inoxidable confiere a las actividades sanitarias una marca de garantía en la higiene de los servicios de atención clínica en todo el mundo